La empresa de ropa infantil Cheeky, propiedad de la familia de la ex primera dama Juliana Awada, ha sido líder en su segmento y en la industria textil en general. Sin embargo, recientemente ha sido denunciada por falta de pago de salarios, lo que ha generado controversia en la opinión pública.
¿Quién es el dueño de Cheeky?
La compañía Cheeky es presidida por Daniel Awada, hermano de Juliana Awada, esposa del ex presidente argentino Mauricio Macri. La empresa se ha destacado por su liderazgo en el mercado de ropa infantil y también es reconocida en la cámara de empresas de la industria textil.
Denuncias por falta de pago de salarios
El gremio de cortadores de indumentaria (UCI) presentó una demanda ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires debido a la caída de los sueldos de abril en Cheeky. Además, se quejaron de que la compañía informara a sus empleados sobre un supuesto adelanto a cuenta de los aportes del Estado nacional.
La UCI señaló que Cheeky es una de las empresas de mayor facturación a nivel nacional, con presencia en varios países limítrofes. Sin embargo, denuncian que los sueldos depositados a los trabajadores fueron sumas irrisorias, que van desde los $000 hasta los $000 para los más afortunados.
La situación se agrava aún más debido a que la industria textil es considerada una de las más precarias y con salarios más bajos dentro del mercado nacional.
Impacto en el sector y respuesta de Cheeky
La UCI destaca que si el incumplimiento de Cheeky no recibe una sanción, podría sentar un precedente negativo para otras empresas del sector. Además, resaltan que la firma de los Awada prácticamente maneja la cámara patronal.
¿cuánto cuesta el pasaje a la salada? tutorial de precios y consejosAnte la situación, Cheeky emitió una comunicación interna en la que anunciaban un adelanto de $000 para los empleados en caso de que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés) no realice el pago correspondiente a los subsidios ATP.
La respuesta del gremio fue contundente, afirmando que el incumplimiento de una empresa como Cheeky no puede quedar impune y que su ejemplo podría ser seguido por otras compañías del sector.
La denuncia por falta de pago de salarios en Cheeky ha generado un debate sobre las condiciones laborales en la industria textil y ha puesto en evidencia la precariedad de algunos empleos en el sector. La respuesta de la empresa y la postura del gremio reflejan la importancia de garantizar los derechos laborales y la necesidad de sancionar a las empresas que no cumplen con sus obligaciones.